El anfitrión de Las Montañas del Edén: la historia de Carlos y por qué decidió crear la posada

Las Montañas del Edén fue creada justo después de la pandemia por un local de Bogotá en sus 31 años , debido a que quería pasar más tiempo en el campo y lejos de las tensiones de la ciudad. Con la ayuda de sus padres, los voluntarios y la comunidad en general  ha logrado crear un Paraíso  que hace honor al nombre de Edén. La posada se ubica en un valle natural debajo de la carretera, haciendo que uno se sienta realmente en un jardín lejos de la modernidad, bordeado solo por las vistas increíbles de las montañas.

Carlos tiene raíces en la zona en donde se ubica la posada, dado que su padre nació en el pueblo de Ubalá. Hablando con el señor, está claro que la zona tiene muchos recuerdos especiales para él. Varios familiares todavía viven en el pueblo y sus alrededores, creando una sensación de historia y respeto para la zona en la posada.

El anfitrión disfruta jugar juegos de mesa con sus invitados, ver sus plantas crecer, y jugar con sus perros Vallenato y cumbia  y su  gato Zeus que también forman parte de la familia, y que hacen que este lugar sea  más acogedor. Los animales llegaron el año pasado, formando parte del crecimiento constante de los servicios y aspectos de la posada. Quedándose aquí, uno puede ver como la visión de Carlos se realiza más y más cada día. 

Carlos y su familia son muy atentos, y hacen que uno se sienta como en Casa. Si busca un lugar para desconectarse, y quiere sentirse rodeado por gente con buenas intenciones que ayudan a fomentar una sensación de paz y tranquilidad, Carlos y su familia seguramente cuentan en esa categoría.

The host of The Mountains of Eden: Carlos’s story and why he decided to create the inn

Las Montañas del Edén was created just after the pandemic by a local from Bogotá in his 31st year, because he wanted to spend more time in the countryside and away from the tensions of the city. With the help of his parents, volunteers and the community in general, he has managed to create a Paradise that lives up to the name of Eden. The inn is located in a natural valley below the road, making one truly feel in a garden far from modernity, bordered only by the incredible views of the mountains.

Carlos has roots in the area where the inn is located, since his father was born in the town of Ubalá. Speaking with the gentleman, it is clear that the area has many special memories for him. Several relatives still live in and around the village, creating a sense of history and respect for the area at the inn.

The host enjoys playing board games with his guests, watching his plants grow, and playing with his dogs Vallenato and cumbia and his cat Zeus who are also part of the family, and who make this place more welcoming. The animals arrived last year, forming part of the constant growth of the services and aspects of the inn. By staying here, one can see how Carlos’ vision is realized more and more every day. 

Carlos and his family are very attentive, and make you feel at home. If you’re looking for a place to unwind, and want to feel surrounded by well-intentioned people who help foster a sense of peace and tranquility, Carlos and his family surely fit into that category.

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